El Suelo

 Un buen suelo está compuesto por partículas solidas, el 50% de su volumen, y el otro 50% por espacios vacíos (poros). Dentro del espacio poroso, entre el 3% y el 5% corresponde la materia orgánica  Al compactarse el suelo disminuye la cantidad de poros, aumentando el porcentaje de partículas solidas.
Con las labores orgánicas precisas se intentara restablecer la porosidad ideal para la circulación de agua y aire ideales para la salud vegetal.

La Agricultura Orgánica

Es una forma de cultivo respetuosa con el medioambiente que combina la tradición, innovación y ciencia. Su práctica promueve la salud y la buena calidad de vida de los seres involucrados en el proceso.

Objetivos 
Crear un agrosistema equilibrado y estable…

La Agricultura Natural

La esencia de este método reside en reproducir, de la forma más fiel posible, las condiciones naturales para que el suelo se enriquezca progresivamente y se incremente también la calidad de los alimentos producidos.

La Permacultura

Fue creada en la década de 1970 y tiene como propuesta la creación de un sistema agrícola completo, productivo, perdurable, que consume poca energía y puede adaptarse a cualquier clima y latitud.

En un modelo permacultural cada planta y cada elemento tiene una ubicación y una función estratégicas en el diseño global.

La Agricultura Biodinámica

Si bien la agricultura biodinámica es un método de trabajo, está directamente asociada a una filosofía que la respalda. Según esto, la tierra y las plantas no están en consonancia con los ritmos del cosmos y ligadas a su entorno, a los animales y a la actividad humana.

La Horticultura Biointensiva

En el Sistema Biointensivo, una de las principales técnicas es el “Bancal Profundo o de Doble Excavación” y su principal característica es que se trabaja el suelo a 60cm de profundidad (a diferencia de la agricultura convencional que lo hace hasta los 20 o 30cm). La importancia de trabajar en profundidad radica en que las plantas, en lugar de desarrollar las raíces  hacia los costados, las desarrollan hacia abajo, permitiendo cultivar mayor número de plantas por unidad de superficie.