martes, 13 de noviembre de 2012

El Suelo

 Un buen suelo está compuesto por partículas solidas, el 50% de su volumen, y el otro 50% por espacios vacíos (poros). Dentro del espacio poroso, entre el 3% y el 5% corresponde la materia orgánica  Al compactarse el suelo disminuye la cantidad de poros, aumentando el porcentaje de partículas solidas.
Con las labores orgánicas precisas se intentara restablecer la porosidad ideal para la circulación de agua y aire ideales para la salud vegetal.

Del suelo vamos a necesitar que éste permita un buen desarrollo de la raíz  tenga nutrientes disponibles en tiempo y forma para las plantas, retenga agua, si es suficientemente airada y no contenga sustancias toxicas. Esta disponibilidad de nutrientes se refiere a encontrar la forma química asimilable y absorbida que retiene al nutriente hasta que, por diferentes mecanismos, sea trasladado hasta la raíz de la planta.
¿Qué es la materia orgánica?
Es la fracción indispensable para el mantenimiento de la vida en el suelo.
Está compuesta por toda sustancia muerta proveniente de plantas, excreciones animales o microorganismos. Las raíces vivas y los animales que viven en el suelo no forman parte de la materia orgánica.
La materia orgánica transformada por la acción de los organismos que habitan el suelo, como bacterias y hongos dan lugar a complejos húmicos, primer eslabón es la formación de humus.
La presencia de humus es fundamental en el desarrollo de las plantas y en la calidad del suelo ya que lo protege contra la erosión producida por la lluvia y permite que el agua penetre profundamente y con suavidad. Reduce la erosión del viento al aglomerar las partículas finas del suelo, como la arcilla, transformándolas en más gruesas, y evita de esa manera que se vuelen con facilidad. También controla su temperatura, al regularla de acuerdo con las condiciones externas del clima.


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